Deshabitada de ti misma pero poblada por
miles de ojos , manos,cuerpos ,sintiendo el
temblor del caos que los cerca a ellos, allí en espacios
donde las fronteras desdibujan contornos
y mutan como los hombres que las atraviesan ,
cierras tu mente para alivianar tu espíritu y
miras a través del inmenso río el otro lado ,
la otra frontera que supo saber también de
guerras insepultas y sabes que sólo unos metros
te separan de aquel ayer y de ese mañana que
quieres alcanzar pero la cornisa verde del monte
arrimado a la ribera te vuelve a tu hoy , a este lado
de la realidad donde no alcanzas a ver
el horizonte sin límites de tu mar.
No gritas, no lloras , te abrazas a la soledad
que te inaugura cada amanecer.
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