Me entrego al juego de los días
quebrando las sombras
que oscurecen mi lejano mar y
avanzar teniendo sólo
la tarea de llegar a destino
y confiar en esas aguas
adheridas a mi piel desde un
remoto tiempo de mi infancia.
Estar en esa parábola y comprender
su curvatura y su línea.
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