La calle muestra otra esquina gris
de abandono.Es la hora de los sopores del norte.
Sobre el desgastado umbral
de una veterana casa dejada también ella
en el umbral de los tiempos, dos niños
huérfanos de toda humanidad , con sus cuerpos
dibujados en el texto sordo de la ciudad , enhebran
sus salvíficos diálogos despojados ya
de toda inocencia.
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