Moverse al ritmo cauto de la sangre, con esa sabiduría
que fluye silenciosa , rumor imperceptible
que soslaya la tramposa largueza del hastío.
Qué ofrecen las savias redimidas sino la terminal
consumación , la cenizosa pulverización ?
Gira tú en redondo , déjame a mi el río de Heráclito inefable y hermoso
en su tragedia y que devenga en transparencia
la tarea de los días más allá de mi , más allá de vos
más allá de la multiplicidad confusa que nos envuelve.
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